Queridos amigos:
Con mucha alegría celebramos el IV Domingo de Adviento, a todos ustedes les deseo la paz del “Emmanuel”, que ya viene. Hoy se nos invita a adentrarnos a ese Misterio que nos rodea por todas partes y que los creyentes llamamos “Dios”. El misterio último de la vida es un Misterio de bondad, de perdón, de salvación y de paz, Él está y camina con nosotros.
Los futuros sacerdotes requieren de nuestro apoyo para formarse
Este fin de semana es la Jornada del Seminario Diocesano de Morelia.
Los seminaristas presentes en todos los templos de la Arquidiócesis buscan un encuentro con todo el Pueblo de Dios, comparten su vocación, dan a conocer la vida del Seminario y, también, para que colaboremos en su formación con nuestro apoyo espiritual y material.
La formación de los futuros sacerdotes está encaminada a realizar una educación personal que los lleve a crecer humana, cristiana y vocacionalmente, desde el conocimiento de la realidad que se vive en nuestra Arquidiócesis y con todas las herramientas que les ayudan para responder a la vocación entendiendo que es un verdadero servicio a la comunidad, siempre, con una visión humana y de fe.
El empeño es que se capaciten para colaborar en sus comunidades desde la integralidad de las dimensiones de la formación humana, espiritual, intelectual, pastoral y vocacional, trasmitiendo su experiencia de Cristo y participando en la programación concreta de formación que les ofrece el Seminario. Agradezco a todos su cariño y su generosidad para el Seminario, Dios les recompense todo lo que hacen por la formación de los futuros pastores al servicio del Reino.
Con mi oración, cariño y bendición:
En Cristo, nuestra Paz,
† Carlos Garfias Merlos,
Arzobispo de Morelia