Santos Patrones de Nuestra Arquidiócesis
MARÍA INMACULADA DE LA SALUD
Patrona Principal y Primaria
Recién nombrado como primer Obispo de Michoacán, Don Vasco de Quiroga mandó fabricar a unos religiosos franciscanos y a unos indígenas una imagen de María Santísima con la técnica utilizada por los purépechas, a través de una mezcla de pasta de caña y bulbos de orquídea. Esta imagen la colocó Don Vasco en la capilla del Hospital de Santa Martha de la ciudad de Pátzcuaro con la inscripción "Salus Infirmorun". Desde entonces el pueblo fiel la invoca con el nombre de "La Virgen de la Salud".
En 1690 el Sr. Cura Juan Meléndez Carreño modificó su talla original de la Inmaculada Concepción, respetando su rostro y sus manos, para darle el aspecto de una escultura a la usanza española.
En 1737 la Virgen de la Salud fue proclamada Patrona de la ciudad de Pátzcuaro, siendo párroco Dn. José Eugenio Ponce de León. Diez años después, se fundó el Monasterio de las Monjas Dominicas en el anexo al templo del Sagrario, para que estuvieran pendientes del culto y cuidado de Ntra. Sra. de la Salud.
El 8 de diciembre de 1899, el Sr. Arzobispo Dn. José Ignacio Arciga coronó la bendita imagen con la autorización del Papa león XIII, acompañado de los Sres. Obispos José de Jesús Ortiz, Obispo de Chihuahua y Rafael Camacho, Obispo de Querétaro.
El 29 de junio de 1907 el Papa Pío X elevó el templo parroquial de Pátzcuaro al rango de Iglesia Colegiata, asignándole su colegio propio de canónigos y al presidente del Cabildo le dio la dignidad de "Abad". El Sr. Arzobispo Dn. Atenógenes Silva ejecutó el decreto pontificio el 8 de enero de 1908, por el cual el templo parroquial se convirtió en Colegiata y el primer Abad de la Basílica fue don Rafael Nambo.
El 25 de junio de 1924 el Papa Pío XI erigió la Colegiata a la dignidad de Basílica Menor y declaró a la Santísima Virgen de la Salud Patrona Primaria del Arzobispado de Morelia, a solicitud del
Sr. Arzobispo Dn. Leopoldo Ruiz y Flores.
Por muchos años el Patronato de la Santísima Virgen de la Salud sobre la Arquidiócesis de Morelia se celebraba el 16 de diciembre. A partir de 1956 se comenzó a celebrar el 8 de julio, hasta la fecha.
Arquidiócesis
de Morelia
San BERNABÉ DE JESÚS MÉNDEZ MONTOYA
Primer Martir Michoacano
Nació el 10 de junio de 1880, en Tarímbaro, Michoacán.
Sus padres: Florentino Méndez y Ma. Cornelia Montoya.
Fue bautizado en la Iglesia Parroquial de San Miguel Arcángel, de Tarímbaro, el 12 del mismo mes.
Transcurrió sus primeros años en un ambiente pueblerino, en su tierra natal. Sus estudios de primaria los hizo en la escuela oficial de Tarímbaro. Ingresó al Seminario de Morelia a la edad de 14 años. Se entregó al estudio con mucho entusiasmo y lo mismo a su formación espiritual. Como su familia era pobre, los vecinos de Tarímbaro le ayudaban con gusto a su sostenimiento, lo mismo hacían sus familiares en cuanto podían.
Recibió la Ordenación Sacerdotal el 3 de junio de 1906, de manos del Señor Arzobispo Don Atenógenes de Silva, y su Cantamisa fue en Tarímbaro, el 22 del mismo mes. En los libros parroquiales aparecen varios Bautismos que hizo en el día de su Cantamisa.
Las Parroquias donde estuvo: en Huetamo, de 1906 a 1907. Después, en Pedernales, de 1907 a 1913. Y luego en Valtierrilla, Gto., por Salamanca, de 1913 hasta su muerte, en 1928. Como Párroco de Valtierrilla, supo hacerse “todo para todos”, y no escatimó esfuerzos para hacer crecer la vida cristiana de sus feligreses.
Se sujetó a largas horas de Confesionario, atendía con gusto a los enfermos y tenía un cariño muy especial por ellos y por los más pobres. Celebraba devotamente la Santa Misa. Se distinguió también por su amor a la Virgen María. Fue un magnífico catequista y un asiduo maestro de música: fundó un Coro en Valtierrilla.
La mañana del 5 de febrero de 1928 llegó un piquete de soldados que provenían de Sarabia, un cuartel cercano a Valtierrilla. Venían a “sofocar” un intento de rebelión, según denuncia del telegrafista local. Nuestro Santo acababa de celebrar la Misa de cuatro de la mañana. Al oír los disparos, salió con el Copón y las Hostias consagradas escondidos bajo su gabán, saltando por una ventana de la Notaría. Los soldados lo detuvieron y él les pidió permiso de comulgar. Se lo dieron, se recogió por unos instantes y comulgó con gran devoción. Entregó el Copón a su hermana y le dijo: “Es la voluntad de Dios... que se haga su voluntad”. Los soldados lo llevaron a la plaza. Intentaron matarlo, pero la pistola se encasquilló. Lo intentaron de nuevo y, de tres disparos, segaron su vida. Sin juicio, sin trámites, simplemente por odio a la fe cristiana.
Su cuerpo, envuelto en una cobija y un petate, fue llevado a Cortazar, Gto. Antes de llegar, a los soldados se les “ocurrió” ponerlo en la vía del tren, para que lo destrozara. Las mujeres de los oficiales rescataron su cuerpo y lo entregaron a sus feligreses de Valtierrilla, que le dieron cristiana sepultura en Cortazar. Cinco años después, sus restos fueron trasladados a su Parroquia de Valtierrilla, donde recibe el homenaje de muchos peregrinos que acuden a su tumba y de los habitantes del lugar.
¡San Bernabé de Jesús, intercede por nosotros ante el Señor Jesús, por quien diste tu sangre!