† Carlos Garfias Merlos
Arzobispo de Morelia
Queridos amigos:
Les saludo con mucha alegría en Cristo Nuestra Paz en este VI Domingo del Tiempo Ordinario. En el Evangelio de hoy descubrimos un cristianismo más humano y evangélico, se nos enseña a vivir las leyes, normas, preceptos y tradiciones como los vivía Jesús: buscando un mundo más justo, fraterno y en paz.
Cristo, amor y amistad
El próximo martes 14 de febrero, Día del Amor y la Amistad, desde la Iglesia queremos valorar y dignificar el don de la amistad de Jesús: nuestro destino es ser amigos suyos y Él permanece fiel a este don también cuando nosotros, por nuestra debilidad, nos alejamos de Él. Su amor y su amistad son un don que el Señor conserva siempre y Él es fiel a este don.
Algunas veces, al contrario, nosotros no lo somos y nos alejamos, con nuestros pecados, con nuestros caprichos y muchas otras cosas. Sin embargo, Él es fiel a la amistad porque nos ha llamado a vivirla. Nos ha elegido para ser sus amigos: “Ya no los llamaré siervos –dice en el Evangelio (Juan 15, 9-17)–, los llamaré amigos”.
Y esta palabra la conserva hasta el final... la última palabra que Jesús dirige a Judas, el Apóstol, precisamente en el momento de la traición, es la palabra “amigo”, su respuesta es sorprendente: “Judas, amigo”. Cuando precisamente Judas iba a entregarlo, Él le dice “amigo”. Porque Él es fiel.
Él hasta el final es fiel a este don que nos ha dado a todos: el don de su amor y su amistad. Los invito a todos a pedirle esta gracia de permanecer en su amor, permanecer en su amistad, esa amistad que nosotros hemos recibido como don. A todos les deseo un ¡feliz día del amor y la amistad!
Con mi oración, cariño y bendición
En Cristo, nuestra Paz:
† Carlos Garfias Merlos
Arzobispo de Morelia