La Dimensión Episcopal de Pastoral Familiar, de la Conferencia del Episcopado Mexicano, congregó del jueves 16 al domingo 20 del presente a sacerdotes, matrimonios responsables, líderes de movimientos, presidentes de grupos y agentes de Pastoral Familiar diocesana en el Encuentro Nacional de Pastoral Familiar 2022, que se llevó a cabo en el Auditorio de la Universidad “Vasco de Quiroga”, de Morelia.
El Encuentro tuvo como Objetivo: “Reflexionar y desarrollar acciones pastorales concretas, en favor del fortalecimiento de las familias, ante los nuevos desafíos sociales, desde la fe, la alegría y el amor en el hogar”.
Mons. Alfonso Miranda Guardiola, Obispo Auxiliar de Monterrey y Presidente de la Dimensión Episcopal de Pastoral Familiar encabezó los trabajos, con asistencia del P. Miguel Soto Gaxiola, Secretario Ejecutivo de dicha Dimensión Episcopal, en coordinación con la Dimensión de Pastoral de la Familia y la Vida (DIPAFV) de la Diócesis de Morelia, que encabeza el P. Francisco Chávez Sánchez, asistido por el matrimonio laico coordinador de Alicia Mª Bucio y Andrés Muñoz.
Los dos primeros días fueron de encuentro entre los sacerdotes responsables diocesanos de esta Pastoral, en salones de la vecina Casa “San Benito”, donde, observando la liturgia de las horas, tuvieron sesiones de estudio y discusión. El fin de semana fue el trabajo en plenario con sacerdotes y laicos, con las conferencias:
“Luces y Criterios para la Pastoral Familiar en México”, impartido por Mons. Miranda Guardiola;
“¿Qué sigue después del X Encuentro Mundial de las Familias?”, por Mons. Gerardo Díaz Vázquez;
“Análisis de la realidad”, por el Dr. Fernando Pliego Carrasco;
“Pastoral en conjunto”, P. Óscar Lomelí Blanco;
“Itinerario Catecumenal”, por la Dra. María Eugenia Cárdenas, y
“Iglesia Samaritana”, por el Arzobispo de Morelia, Mons. Carlos Garfias Merlos.
En esta última, el Pastor diocesano y anfitrión del Encuentro, aludiendo a la parábola del Buen Samaritano, evocó la figura de Jesucristo Nuestro Salvador como el Gran Samaritano e hizo notar que “tú y yo somos Iglesia, hijos de la Madre Iglesia Samaritana y estamos llamados a ser samaritanos anónimos que no den rodeos, sino que se detienen en el camino, que se acercan, que escuchan y comparten haciendo presente y ‘como visible’ a Jesús, hoy. El Papa Francisco nos llama a seguir el modelo del Buen Samaritano para no vivir de espaldas al dolor ajeno...”
“La Iglesia en México, a través de sus ministros y de sus comunidades, ha estado cerca de las víctimas directas e indirectas de la violencia y, mediante la presencia, la escucha, la solidaridad y la invitación a la esperanza, ha contribuido a poner un dique a la violencia, a su ola de muerte y destrucción. En este contexto –debido a que todos estamos afectados por el flagelo de la violencia–, la conciencia, la voz del Espíritu y la voz de nuestras comunidades diocesanas nos urgen a actuar”.
Finalmente, la estafeta para el próximo Encuentro Nacional 2023 fue cedida a la Diócesis de Querétaro.
El matrimonio coordinador diocesano de Morelia nos compartió su comentario general: “El evento estuvo rodeado de mucha alegría y solidaridad, fue interesante la convivencia de los diferentes movimientos; así como la diversidad –por venir de diferentes Estados– del intercambio de experiencias fue enriquecedor. Contamos con una participación de 52 sacerdotes, entre ellos obispos y religiosos; 450 seglares de todo el país. Podemos decir que se vivió una hermosa sinodalidad con los eclesiásticos y laicos. Al término del Encuentro, las personas se fueron con muchas ganas de trabajar los temas, acuerdos y conclusiones, además comentaron que se sintieron en familia, es decir, se sintieron acompañados y salieron con una visión de mucha esperanza para seguir caminando en sinodalidad por las familias.”